En una cámara especial, rodeada de tubos y cables, yace una figura en un estado de animación suspendida. Su piel artificial resplandece, y su anatomía es una síntesis perfecta. Intestinos y diamantes, el cuerno de un toro que alguna vez fue un toro. Una luz puntual ilumina este cuerno. ¿Qué significa ser realmente un toro? ¿Puede un fragmento de su ser albergar un alma?

La existencia es generosa, la creación una bella intromisión en los dominios de lo divino. El corazón es una genialidad, hay que saber mirarlo de cerca, bien de cerca, célula por célula, hasta entender de qué está hecho, y confundirlo con un cuerno. Se celebra un logro científico, se enfrenta a dilemas filosóficos, la moralidad detrás de su existencia, desafíos que van más allá de los confines de un laboratorio. Se tejen realidades revelando la intersección de lo real y lo imaginario, incorporando la deconstrucción de la materialidad. ¿Pueden unos intestinos despojados de su cuerpo albergar un alma?

Una montaña se hace más grande con los huesos de quienes mueren sobre ella. Un río visto de lejos parece una cicatriz.